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Mitos y Leyendas

Antonio Pigafetta, uno de los pocos supervivientes de la expedición de Magallanes, es uno de los más significativos ejemplos de la continuación y creación de los mitos como consecuencia del choque emocional entre la tradición y la experiencia.

Su obra, inicialmente construida con las respuestas a sus preguntas que le dieron los dos pilotos de las Molucas que condujeron la nao Victoria en el viaje de vuelta, alcanzó una gran difusión en toda Europa, y fue modificada, embellecida y pulida en las sucesivas presentaciones en las principales cortes italianas (Mantua, Venecia, Roma), hasta su dedicación final al Gran Maestre de la Orden de Malta.

Desde Magallanes, España, el mundo, sus tierras y sus océanos no ofrecieron ya ningún misterio y las creaciones de la fantasía y la ignorancia: las fábulas de monstruos humanos, de pueblos de gigantes, de amazonas, de pigmeos, hombres de orejas largas, etc., desaparecieron con los viajes del Pacífico, no volviendo a mencionarse ninguna rareza, como documentan los derroteros y las crónicas de los viajes posteriores.

Los monstruos marinos solo reaparecerán en el siglo XIX, en la literatura inglesa, con Moby Dick.