Últimos viajes y exploraciones
El siglo XIX se encontró con la cartografía e itinerarios realizados a lo largo del siglo XVIII, así como la aparición de los clippers y los briks pero sobre todo con la sustitución de la vela por el vapor y la hélice que significó la liberación del navegante del poder de los vientos.
España, derrotada en la batalla de Trafalgar, había perdido su poder marítimo. La falta de medios no impidió que se hicieran algunos viajes de exploración generalmente de carácter cartográfico, militar o diplomático por algunos puntos todavía no suficientemente conocidos del Pacífico.
Destacan el viaje de la corbeta Narváez en 1865 a las islas Marianas, el del capitán de fragata Claudio Montero y el teniente coronel Victoriano López Pinto a Japón el año 1868.
Asimismo son de destacar la expedición filantrópica de la vacuna dirigida por el médico Balmis o la comisión científica del Pacífico americano presidida por Patricio María Paz y Membiela en la que toma parte el naturalista y escritor Marcos Jiménez de la Espada, o los viajes de Sinibaldo de Más, Guillermo Camargo, Máximo Canovas del Castillo, entre otros.
La presencia española en el océano Pacífico se mantuvo hasta la guerra con Estados Unidos que marcaría la generación del 98 y se cerró con el Tratado de Paz de París del 10 de diciembre de 1898, por el que España salía de las Filipinas y de la isla de Guam, además de Cuba, Puerto Rico y las Indias Occidentales en el Caribe.
Al mismo tiempo que se firmaba ese tratado, España formalizaba la venta a Alemania, de las islas Carolinas, las islas Marianas y las islas Palaos.